jueves, 24 de febrero de 2011

VITICULTURA:

VITICULTURA

-PLANTACION DE UN VIÑEDO

-CLIMATOLOGIA EN VITICULTURA

  1. PLANTACION DE UN VIÑEDO

    Existe una serie de factores importantes de tener presente cuando se va a establecer una plantación comercial de vides, las cuales influirán durante todo el periodo de desarrollo y producción de un cultivo.

    La inversión para establecer una hectárea de vides es bastante elevada y cualquier error que se cometa en la plantación puede provocar problemas que posteriormente irían en desmedro de la producción.

    Por lo tanto, hay que considerar en todo momento que una inversión de este tipo es a largo plazo, por lo que hay que considerar los mejores elementos para el éxito en el establecimiento de un parronal.

    CLIMA

    Para un optimo desarrollo de la vid, es adecuado un clima seco, con temperaturas moderadas a calurosas por un periodo de tiempo largo y con inviernos fríos. Los veranos húmedos, además de afectar la madurez y calidad de la uva, favorecen el desarrollo de plagas y enfermedades.

    Lo anterior, por lo tanto, es una limitante el desarrollo de la viticultura en muchas áreas particularmente zonas costeras.Las variaciones locales afectan la elección de las variedades, las practicas culturales y la calidad del producto.

    Otros factores a considerar son: heladas, vientos fuertes, pluviometría bajo condiciones de secano, etc.

    ELECCIÓN DEL TERRENO


    Un terreno destinado a la plantación comercial de vides debe reunir ciertas condiciones para que, una vez en producción, esta se mantenga uniformemente en el máximo posible.

    Lo ideal seria elegir un terreno que no haya tenido vides en los últimos 10 años, ni que tampoco haya sido usado con cultivos susceptibles a nemátodos y/o enfermedades radiculares, como por ejemplo, tomate, pimiento, ají, etc.

    En caso de disponer de un suelo infestado con nemátodos, es altamente recomendable fumigar el hoyo de plantación (3 m2), antes de efectuarla, con el objeto de reducir los riesgos de problemas radiculares.

    Los factores más importantes a considerar en la elección del terreno son:

    Disponibilidad de Agua.


    En la zona de riego, la disponibilidad debe ser permanente, o bien dentro de un rango de seguridad de modo que ante un periodo de sequía no peligre la plantación.

    Este factor es de vital importancia , donde los ciclos de sequía pueden durar varios años en algunos valles o sectores. En la zona de secano, la disponibilidad de agua tiene una relación directa con la profundidad del suelo, textura, contenido de materia orgánica, manejo del suelo y ubicación topográfica.


    Por ejemplo, en terrenos bajos (vegas) hay una disponibilidad de agua proveniente en su mayor parte, del escurrimiento superficial de terrenos mas elevados.

    Profundidad del suelo.

    La vid es una planta de arraigamiento profundo, que desarrolla un amplio sistema radicular; de aquí, que lo más aconsejable es seleccionar suelos profundos, (mayor a 1,5 mts.): En zonas donde no se disponga de este tipo de suelos, se podría considerar un suelo más delgado siempre que no tenga problemas de drenaje.

    Conjuntamente con la profundidad, es importante la fertilidad del suelo, ya que suelos fértiles y profundos favorecen una mayor cosecha reduciendo los costos de producción. También es importante preocuparse de la salinidad del suelo y de altas concentraciones de algunos elementos.

    Topografía.

    Los terrenos planos o de muy poca pendiente son los que producen menos problemas para el manejo general del viñedo, sin embargo, es posible utilizar suelos con pendientes pronunciadas, controlando la erosión mediante plantaciones en curvas de nivel.

    También deberá considerarse el microrelieve del terreno, es decir, aquellas depresiones o monticulos de superficies pequeñas. La profundidad del suelo determinara en este caso el tipo de maquinaria que podrá utilizarse para nivelar o emparejar el microrelieve. Si el perfil es muy delgado y a su vez con topografía accidentada, solo permitirá una leve emparejadura y una plantación en curva de nivel.

    En zonas de secano, la topografía ondulada no es objetable y hasta puede ser ventajosa.

    La topografía del terreno también estará determinando el sistema de conducción del viñedo.

    Drenaje.

    La mayor parte de las plantas cultivadas no pueden sobrevivir o se ven muy limitadas en su desarrollo si sus raíces permanecen por mucho tiempo sin oxigeno.

    En un suelo saturado, el agua desplaza el aire de los espacios entre las partículas y por lo tanto se limita el contenido de oxigeno, provocando una asfixia de las raíces. De aquí que sea importante considerar este factor ya que la vid por su arraigamiento profundo necesita de un buen drenaje. Por este motivo, aquellos terrenos de posición baja que pueden haber sido vegas en años de abundante precipitación, no deben considerarse para una futura plantación a menos que se les habilite con un buen sistema de drenaje. Esto mismo es valido para aquellos terrenos que tengan una napa freatica superficial.

    También presentan inconvenientes para ser plantados, los suelos que tengan una estrata impermeable del tipo “ hard pan” o “ tosca” lo cual impediría el desarrollo de las raíces, como asimismo, la circulación del agua en profundidad.

    Exposición al sol.

    Con relación a este aspecto, en general no hay problemas en áreas calurosas, pero en áreas más frías es conveniente realizar la plantación con exposición norte.

    Preparación del terreno

    De acuerdo al terreno que se haya elegido para hacer la plantación, existen varias posibilidades en cuanto a su mejoramiento topográfico, previo a la plantación. Es así como puede ser necesario algunas de las siguientes labores:

    Desmonte, destronque y/o despedradura.

    Según la cantidad y tipo de troncos o arboles que existan, esta labor puede hacerse a mano, con maquinaria liviana o bien puede ser necesario usar maquinaria de tipo pesado ( buldozer). Cualquiera de estas posibilidades va a estar, en todo caso, determinada por las condiciones del terreno y de la vegetación existente.

    Movimiento de tierra.

    Labor que permite tapar algún hoyo, acequias, etc. Como asimismo, hacer un mejoramiento grosero de la topografía ( mejorar microrelieve).

    Subsolación.

    Aunque esta practica es recomendable en todos los casos, debe hacerse en suelos poco uniformes o que tengan problemas de una estrata impermeable a cierta profundidad, mejorándose con ello el drenaje de esos suelos y asegurando así una buena implantación del nuevo viñedo.

    Aradura profunda.

    Mediante esta operación se pretende soltar el terreno ante la posible compactación del buldozer, o bien, si no se le ha hecho ninguna de las labores anteriores, comenzar la preparación del terreno. Mediante ello también es posible ir sacando raíces y piedras que hubiese en profundidad.


    - Rastraje.

    Con el rastraje se consigue mullir el suelo dejándolo libre de terrones y malezas, facilitándose así el trazado, estacado, y hoyadura posterior. Permite también dejar el terreno en condiciones para hacer el emparejamiento de microrelieve, o bien, la nivelación si ello fuera el caso.

    Emparejamiento y/o nivelación.

    Esta operación deja el terreno en condiciones para efectuar una plantación en línea recta que a su vez permite el riego a través de surcos rectos reduciendo la velocidad del agua, ya que de lo contrario se produciría mal aprovechamiento de ella, como también provocaría erosión.

    El emparejamiento es conveniente hacerlo cuando las condiciones lo permitan, inclusos para plantaciones en curvas de nivel. Esto permite disminuir él numero de “mellizas” como también mantener una distancia similar entre las hileras. En un terreno disparejo, al hacer el trazado, las hileras se acercan o separan unas de otras con mucha facilidad, quedando muchas hileras cortas o “ mellizas “, que hacen más difícil el manejo.

    La preparación del terreno, debe hacerse entre los meses de julio y agosto del año de plantación.


  2. Trazado y Estacado

    Se debe realizar una vez terminada la preparación del suelo entre los meses de enero y febrero pudiendo alargarse, para el caso de la zona del secano, hasta agosto y septiembre; dependiendo de la pluviometria del año, la cual condiciona la época de plantación.

    Esta labor es de especial importancia, sobre todo en aquellos casos en que la plantación es previa a la postacion y alambrado. Cualquier error en el trazado, traerá errores de plantación, que posteriormente impedirán o complicaran la colocación de postes y estirado de alambres.

    Para efectuar el trazado, existen dos formas:

    Mediante el uso de nivel,

    Mediante el uso de alambre.

    Cualquiera que sea el sistema usado, debe disponerse de caminos en torno al futuro parronal o viña de 2 a 4 mts. de ancho, que permitan el giro del tractor con sus implementos, o bien, él transito de vehículos.

    También es necesario trazar calles, que delimiten los cuarteles y que faciliten la cosecha. El ancho de estas calles pueden variar entre 2y 4mts. por ejemplo, si se trata de separar dos cuarteles de parronal cada uno de 3 has. , es conveniente dejar un camino de aproximadamente 6 mts. de ancho. El tamaño de los cuarteles dependerá del sistema de conducción, de la topografía y de la superficie del terreno elegido para plantar.

    Otro aspecto que es común en ambos sistemas de trazado, es el cuadrar el terreno y ello tiene relación con el trazado de líneas madres de referencia, que no necesariamente tienen que formar parte de la plantación. Para trazarlas, se toma como referencia un camino, pirca, acequia, arboleda o cualquier otro punto que por algún costado este delimitando la futura plantación.

    Para el trazado se utilizan estacas, que indiquen la ubicación de las plantas y postes. Las estacas deben ser lo mas derechas posibles, de un diámetro de 2 a 4 cm. Y de un largo de 40 a 50 cm.


    Trazado con nivel.

    Con el nivel se trazan las líneas de cuadratura, líneas madres y maestras hileras de estacas que se colocan cada cierta distancia y en ambos sentidos de la plantación los que sirven para orientar; los espacios sin estacas o cuadrantes se rellenan mediante el uso de un alambre, lienzo o cordel, bien tensados, colocados entre dos maestras a la distancia requerida, los que indicaran la alineación de las estacas. Segun el marco las distancias oscilan entre los 33 cm y 1 metro

    La separación entre hileras será determinada mediante una tablilla, huincha o bien en el caso de usar alambre, por marcar de soldadura o pintura a la distancia deseable. Lo importante es que el alambre, lienza o cordel esté bien tensado y que no sea obstaculizado por piedras o terrones al ser extendido, ya que ello distorsiona la medida y la alineación.

    Lo señalado anteriormente es para una plantación en terreno plano o semiplano, o sea, un trazado en cuadrado.

    Para el caso que la plantación sea en curvas a nivel, se tendrá que buscar las líneas de igual cota o pendiente para posteriormente hacer el estacado.

    Sin embargo, cuando se trata de pequeñas superficies, se pueden utilizar “ niveles caseros “ (manguera) o bien un ángulo con nivel de carpintero.

    Para el trazado en curvas a nivel, se debe dejar un mayor numero de muestras, pues de lo contrario, las hileras que se rellenen posteriormente pueden quedar con una pendiente falseada.

    El relleno de las hileras se hace con arado tirado por caballo o bien con un tractor con surcadores que vayan siguiendo la curva señalada por las estacas madres puestas en el terreno.

    La cercanía entre hileras permite mejor ejecución o copia del trazado. Una vez echo esto, se procede a señalar el lugar de cada planta sobre la hilera.

    El estacado se puede hacer partiendo de un extremo y siguiendo la curva ya trazada, o bien, trazar paralelas a la línea madre a la distancia de plantación sobre la hilera. Esta ultima, implica solamente un aspecto estético en la plantación pues en el primer caso, siendo más fácil de ejecutar, quedan las plantas desordenadas, en cambio en el otro caso, ocurre la inversa.

    Trazado y estacado usando huincha y alambre.

    Este sistema es más casero y solo es utilizable en trazado de poca extensión donde es posible reducir algunos errores que se pueden cometer con este sistema, como por ejemplo, poca precisión en los ángulos o bien fallas en el distanciamiento entre una estaca y otra debido a una mala tensión del alambre. Por ello, este sistema es recomendable cuando se trata de plantaciones de gran extensión.


    Hoyadura para plantar


    Esta labor se debe realizar en los meses de Junio a Agosto como fecha máxima, de modo de efectuar la plantación con la planta en receso.

    El hoyo debe tener las siguientes dimensiones: 10x40 cm.

    Existe otro método para hacer el hoyo de plantación y que se usa exclusivamente para viñas, como es el pasar un arado por la hilera, para luego ir plantando a la distancia deseada.


    Plantación


    Se debe hacer entre los meses de enero a abril ya que de lo contrario la pérdida de plantas por deshidratación será alta, como también la pérdida de vigor inicial por muerte de brotes nuevos.

    Las plantas barbadas, deben llevarse desde el vivero con anterioridad al lugar de plantación y mantenerse en barbecho o bien en una bodega nueva cubierta en sacos húmedos. Lo ideal es que transcurra el menor tiempo posible entre el arranque del vivero y la plantación.

    La planta debe venir desinfectada del vivero, por lo cual, previa a plantarla solo se deben revisar las raíces en busca de módulos que indiquen la presencia de nemátodos o bien agallas que pudieran haber escapado a la selección echa por el viverista. De observarse alguno de estos problemas, la planta debe ser eliminada.

    Para mayor seguridad es recomendable hacer una pequeña poda de raíces y tratarlas por inmersión en una solución de 0,25 % de hipoclorito de Na por un minuto.

    Antes de plantar, en algunas regiones se recomienda aplicar una fertilización básica de P, K, al hoyo de plantación consistente aproximadamente en 400 gr. De una mezcla de Superfosfato Triple y Sulfato de K en partes iguales. Una vez aplicado el fertilizante, se agrega una palada de tierra, a objeto de no dejar el abono en contacto directo con las raíces.

    Una vez terminado la fertilización, se procede a plantar, para ello necesario que cada plantador tenga su propia tabla plantadora. Esta se hace coincidir en sus muescas laterales con las estacas auxiliares existentes a ambos lados de la plantación. La planta se coloca en la muesca del centro, luego se comienza a tapar el hoyo, primeramente en el suelo proveniente de los primeros 20 cm. Del suelo, o sea, de la capa superior se apisona fuertemente y se le dá un suave tirón hacia arriba a la planta como una forma de ubicarla bien y de verificar si fue apretada la tierra vecina a su tronco. Después de esto es posible retirar la tabla plantadora y terminar de llenar el hoyo con el suelo proveniente de la mitad inferior.

    Cuando se ha terminado de plantar una hilera se traza un surco a lo largo de hilera y se hace una doble tasa en cada una de las plantas, luego se riega evitando que el agua llegue al tronco. Para las condiciones de secano cada planta lleva una tasa para regarlas individualmente.


  3. Manejo.


    Posterior a la plantación y hasta el primer invierno s deben tener los siguientes cuidados en el manejo:

    Riegos.

    Estos deben ser frecuentes dependiendo de la textura del suelo. En general, en suelos arenosos la frecuencia debe ser la mayor que en suelos arcillosos, los cuales retienen más humedad.

    Control de malezas:

    Las limpias deben ser periódicas, de modo de mantener el suelo y especialmente la tasa, libre de malezas que compitan por luz, agua, y nutrientes con la planta que se está estableciendo.

    Fertilización:

    A mediados de la estación de crecimiento, Noviembre a Diciembre, es recomendable hacer una fertilización nitrogenada de 300 gr. De Salitre o 100 gr. De Urea por planta, antes de un riego. Esta fertilización puede repetirse cada 30 o 40 días hasta fin de temporada.

    Amarra:

    La vegetación puede dejarse libre a que se forme un buen sistema radicular a expensas de una mayor superficie foliar.

    Para el caso que no se tenga el primer alambre o rodrigón, es necesario poner un tutor y amarrar toda la vegetación existente como lechuga a él. Se cuenta con la estructura, se amarran estos brotes ala estaquilla.









  4. Climatología en el viñedo


    Factores del Clima: latitud, altitud y la proximidad del mar

    El Clima de un lugar es el conjunto de tiempos atmosféricos que se da a lo largo de los años



    Los lugares distintos, tienen climas distintos, pues dependen de varios elementos.
    Los elementos más importantes son: la latitud, la altitud y la proximidad del mar


    La Latitud

    La latitud es la distancia que hay desde un lugar concreto al Ecuador y se mide en grados. Siempre se dirá si el lugar se encuentra en el hemisferio norte o en el sur.
    El clima depende de la distancia que hay desde un punto al Ecuador. Cuanto más lejos del Ecuador esté ese punto, más frío hace.


    La Altitud

    La altitud de un lugar es la altura de ese lugar con respecto al mar.
    Cuanta más altitud, la temperatura disminuye o sea que hace más frío



    La proximidad del mar

    Los rayos del sol calientan por igual la tierra y el mar. Sin embargo el mar se enfría y se calienta más lentamente que la tierra, por lo que si la tierra está fría ( en invierno) el mar está más caliente y si está caliente ( en verano) el mar está más fresco. Esto suaviza mucho las temperaturas de los lugares cercanos al mar.

    Cuando estamos en un lugar, en un momento determinado, podemos sentir la temperatura (frío o calor), precipitaciones (si llueve o si hay tiempo seco), y si hay viento.
    La temperatura, las precipitaciones y el viento son lo que llamamos tiempo atmosférico.

    Tiempo atmosférico = temperatura + precipitaciones + viento.


    En un lugar cambian las temperaturas, las precipitaciones y el viento a lo largo de los meses y los años. No siempre hace calor, no siempre llueve y no siempre hay viento.

    El tiempo atmosférico en un lugar, cambia a lo largo del año y tampoco es igual año tras año.



    TEMPERATURA: Grado o nivel térmico de los cuerpos, relacionado con la energía cinética de las moléculas de los mismos. La temperatura ambiente, la de la atmósfera que rodea a un cuerpo. Temperaturas máxima y mínima, el mayor o el menor grado de calor que se observa en la atmósfera o en un cuerpo durante un período determinado de observación.
    Para medirla, se utiliza el termómetro y en grados Centígrados (ºC).


    PRECIPITACIÓN: Agua procedente de la atmósfera que en forma sólida (nieve o granizo) o líquida se deposita sobre la superficie de la tierra. Suele medirse en litros por metro cuadrado con el pluviómetro.

    EVAPORACIÓN: es un proceso en el que un líquido o un sólido se convierte gradualmente en gas, considerando que en este proceso el agua se calienta al absorber energía calórica del sol tomando en cuenta que esta, la fuente de energía del sol y que esto permite culminar la fase. La energía necesaria para que un gramo de agua se convierta en vapor es de 540 calorías a 100 ºC valor conocido cómo calor de evaporación. Al ocurrir la evaporación la temperatura del aire baja, al ser tomado el calor de la superficie por la evaporación procedentemente es transportado a otros niveles mediante el proceso inverso de condensación, se esta entonces ante un mecanismo de mucha importancia, en lo que respecta a la transferencia y distribución del calor en la atmósfera en el globo terrestre.



    VIENTO: Corriente de aire producida en la atmósfera por causas naturales. Aire atmosférico. Medimos su velicidad con el anemómetro y observamos su di

    RADIACCIÓN SOLAR: La radiación que proviene del sol viene siendo la fuente de energía de la superficie terrestre, por su efecto sobre la vida orgánica de nuestro planeta y por su importancia en la comprensión de otros fenómenos meteorológicos es el elemento del tiempo y del clima que debe estudiarse bajo el enfoque de causa - efecto.

    Sin la radiación no podrían existir las diferencias térmicas, la evaporación, ni las variaciones en la diversidad del aire, que a su vez son causantes de diversos movimientos dentro de la atmósfera.

    Por su naturaleza la radiación solar emite 2 tipos de radiaciones muy diferentes: la radiación ondulatoria o electromagnética (radiación solar) constituida por radiaciones visibles, infrarroja y ultravioleta a velocidad de la luz 300.000 km/seg., la temperatura aproximada en la superficie de sol es de 6.000 ºC, con dicha temperatura el sol irradia 56 x 1026 cal/gr/min, en todas direcciones.

    Estas radiaciones cubren cada vez radios y zonas mayores a medida que se alejan del sol. La distancia del sol a la tierra es de 190 millones de Km.


    ELEMENTOS DE MEDICIÓN

    Para conocer el tiempo atmosférico que hace, el clima de un lugar, necesitamos de ciertos instrumentos que nos indican cuánto calor hace, cuánta lluvia o nieve ha caído, cómo sopla de fuerte el viento, y en qué dirección.

    TERMÓMETRO: Instrumento que sirve para medir la temperatura de un cuerpo o de un ambiente.

    PLUVIÓMETRO: Aparato que sirve para medir la cantidad de lluvia que cae en un lugar determinado y en un tiempo dado.

    EVAPORIMETRO: (de tornillo micrométrico) este aparato esta constituido por un depósito cilíndrico de metal de 200 cm2 que descansa sobre un trípode y por un tornillo micrométrico de punta fina. El tornillo lleva una escala graduada en mm, aumenta de arriba hacia abajo y la parte superior del tornillo lleva una graduación circular en décimas de milímetros.

    EVAPORIMETROS: (de tanques a la intemperie) estos tanques están colocados directamente al sol y expuestos a las precipitaciones. Estos varían en tamaño y forma e instalación pero el principio es el mismo, la medición del poder evaporante del agua

    VELETA: Placa móvil alrededor de un eje vertical que se coloca en lo alto de un edificio para indicar la dirección del viento.

    ANEMÓMETRO: Instrumento para medir la velocidad del viento.

    PIRANÓMETRO: mide la radiación solar que se emana de todo un hemisferio.

    PORHELIÓMETRO: Es un instrumento para las mediciones de la radiación solar directa e incidencia normal a mediciones de radiación global y radiación celeste



    COMO AFECTA EL CLIMA A LA FRUTICULTURA.


    PLUVIOMETRÍA Y HUMEDAD AMBIENTAL.

    Aunque la temperatura es importante no es el factor más importante. Los árboles necesitan un cierto nivel de humedad en el suelo para sobrevivir y crecer. Estas necesidades dependen de la zona y si hay escasez o inundación surgen problemas.

    Si hay falta de agua:

    Disminuye el número de brotes y los brotes son más cortos. El árbol puede morir de sed si hay sequía.

    También se ve afectada la inducción floral (se induce un menor porcentaje de yemas a yemas de flor).

    Se reduce el tamaño del fruto si falta agua. También se ve afectada la calidad del fruto (en cuanto a color y otras cualidades organolépticas).

    Normalmente, las especies de zona templada se podrían cultivar con 700 mm. Por eso, el problema no es realmente la falta de agua, sino que haya una alta irregularidad en la distribución de las lluvias. Así, si el árbol vive con el agua de la lluvia, se cultiva en secano y, si necesita riegos, se cultiva en regadío.

    Las especies de zona templada (con precipitaciones de 500 mm) pueden ser:

    Resistentes a la sequía que se pueden cultivar en secano.

    Menos resistentes a la sequía y para los que se recomienda un riego de apoyo.

    Sensibles a la sequía y que necesitan riego.

    La lluvia puede provocar daños según su ocaasionalidd:

    Durante la floración:

    - Las abejas no vuelan si llueve.

    - Los granos de polen pueden ser arrastrados al suelo.

    - Pérdidas de flores.

    - Lavado de polen que ya estaba en los estigmas.

    Durante el desarrollo de los frutos:

    - Agrietado o rajado de frutos: Se da por una acumulación excesiva de agua por el fruto tras un periodo de sequía (vía epidermis y vía radicular) y, como la epidermis no es elástica, se raja.

    - Si hay humedad ambiental elevada y continuada, se produce el “russeting” o piel de patata: grietas microscópicas que suberifican dando pintas marrones y color amarronado que condicionan al consumidor. También se puede producir debido a un proceso de fitotoxicidad.

    - Caída masiva de frutos o caída de madurez: El problema es mayor en frutos de mayor peso y en especies de maduración tardía.

    - Las lluvias también afectan a la aparición de hongos y enfermedades criptogámicas. En las zonas secas esto no es tan grave (solo algo en primavera y otoño), pero, en cambio, como no hay humedad alta, el problema son los ácaros (arañas rojas).

    Durante el periodo de actividad vegetativa: Puede provocar asfixia si hay mucho encharcamiento durante varios días, ya que falta oxígeno para las semillas.


    INSOLACIÓN.

    Todas las especies necesitan de ella para sobrevivir porque incide en la fotosíntesis. Las necesidades varían entre especies y variedades siendo incluso distintas según las épocas del año.

    Los frutales están mejor en zonas soleadas que en zonas de umbría y su producción es mayor.


    Daños causados por una baja insolación.

    Disminución de la intensidad de la fotosíntesis: El árbol produce menos sustancias hidrocarbonadas lo que provoca la disminución del crecimiento vegetativo (hay menos brotes y son más cortos) y que las hojas sean más pequeñas de lo normal.

    A medida que el árbol crece, la vegetación es más abundante en las zonas exteriores, que dan sombra a las ramas primarias interiores, que se quedan desnudas. Este hecho es independiente de la insolación que haya en la zona e indica una mala realización de la poda.

    Hay menor inducción floral, ya que se forman menos carbohidratos.

    El fruto no forma bien sus pigmentos (en zonas donde se dé este problema, se deben cultivar variedades de fruto de color verde, donde el problema es menos grave).

    Este problema ha obligado a poner sistemas de conducción planos (espalderas).


    Daños provocados por una alta insolación.

    Destrucción de pigmentos, que da lugar a frutos más oscuros (se da con insolaciones excesivas, pero no muy altas).

    Chapa de color: El fruto, por la cara más expuesta, tiene un color más oscuro, que a veces puede dar lugar a una quemadura grave que hace que se ablande mucho la zona y que pierda validez comercial. Este fenómeno se da más en variedades de poco color.

    Asurado: Se deshidratan brotes y hojas y se caen. El problema viene cuando el asurado se repite durante muchos años.

    Sobre la madera se pueden provocar quemaduras, sobre todo en la cara sur. En plantaciones también se pueden producir estas quemaduras (esas plantas suelen proceder de viveros donde las condiciones han sido muy suaves







    VIENTO.

    Los árboles necesitan aireación en la copa para que se dé renovación de oxígeno y se renueve la madera y las yemas de flor. Sin embargo, si el aire es muy intenso, hay una serie de problemas:

    Mecánicos, en los que la velocidad del viento es clave:

    Se pueden caer hojas por necrosarse debido a que se golpean.

    Hojas más pequeñas de lo normal.

    Daños mecánicos en frutos, que dependen del tamaño del fruto y que son más importantes cuanto más grandes sean los frutos.

    Rameo de los frutos (los frutos se golpean contra los ramos y sufren lesiones).

    Aumento de la caída de madurez precoz si la variedad tiene tendencia a sufrir esa caída.

    Los vientos fuertes con dirección dominante provocan que los troncos se inclinen y se deformen las copas (crecen más por la zona opuesta al viento y se dan copas en forma de llama).

    Rotura de ramas y descuaje del árbol (arrancado desde la raíz) con vientos de más de 30 km/h.

    Heridas grandes que dan lugar a cárcavas al no cicatrizar. A través de ellas pueden entrar hongos, plagas y humedad.

    Dificultades en las operaciones de cultivo (pulverización, nebulización, riegos por aspersión).

    Fisiológicos, en los que importan las características del viento y no de la velocidad:

    Impide el vuelo de las abejas si su velocidad es superior a 10 km/h, lo que hace que no haya polinización.

    Asurado de brotes y hojas por vientos cálidos y secos, aunque el aporte de agua sea suficiente, ya que la transpiración es muy intensa.

    Hay vientos salinos en las zonas costeras que depositan sal sobre las hojas, que es fitotóxica. No hace falta que sean vientos muy fuertes.




    GRANIZO Y PEDRISCO.

    Granizo: Precipitación de hielos esféricos, transparentes y con tamaño entre 2 y 5mm de diámetro.

    Nieve granulada o granizo blanco: Tiene las caras opacas y más blancas.

    Pedrisco: Trozos irregulares, no transparentes y con diámetros mayores de 5mm.

    Suelen ir asociados a viento fuerte y lluvia (tormentas). Se dan más en primavera y verano, por la tarde tras una mañana calurosa y sin viento.

    Suelen ser fenómenos erráticos (no sirven los datos del laboratorio) y muy localizados.

    Los daños que provocan son daños mecánicos, que son caldo de cultivo para enfermedades criptogámicas (que pueden causar daños más graves que los del propio granizo). Los fundamentales son:

    - Golpes en el árbol.

    - Roturas y defoliaciones.

    - Caída de frutos.

    - Daños en la madera.

    Para detectar el riesgo de granizadas es importante conocer con certeza si puede haber algo de riesgo (si hay una granizada por año puede que sea condición para no plantar).

    Las medidas de defensa a posteriori son poco útiles, por lo que se usan más medidas preventivas basadas en que se forme más granizo pero que sea de menor tamaño y que caiga con menos velocidad:



    Hay pólizas de seguros combinadas para heladas, viento y granizo.

    Instalar una red de mallas de plástico sobre postes.

    Se puede eliminar la madera herida dejando que la madera más interior crezca más. A la vez se dan también tratamientos anticriptogámicos.
    congelarse es aprovechada por la hoja. Si la aspersión se mantiene constante, durante el período de temperaturas bajas, hasta que el hielo se haya fundido por acción del sol, la temperatura de la hoja no descenderá de OºC. Es importante tener en cuenta que si se trata de un cultivo con ramas finas, el peso del hielo puede romperlas. La aspersión debe comenzar en el momento que la temperatura baje de lºC y debe mantenerse sin interrupción hasta después de la salida del sol, de modo que el calentamiento de la atmósfera compense la absorción de calor producida por la fusión del hielo.














  5. NIEVE.

    No es un factor de los más complicados (aporta humedad al suelo, protege del frío...). Pero surgen problemas en árboles perennes (se dan roturas) o si hay nevadas tempranas. Si la nieve se congela en el suelo, hay problemas en el cuello de la planta, que se anilla (se congela). Estas nevadas son peligrosas en plantones jóvenes. Como medida de prevención:

    Podar de manera que los esqueletos no acumulen mucha nieve.

    Formas apoyadas para que la nieve no tumbe al árbol.

    Aporcar en viñedo e injertar a más altura.

    Usar patrones muy resistentes al frío en el centro de Europa.



    HELADAS.

    Se considera la ocurrencia de heladas cuando la temperatura del aire, registrada en el abrigo meteorológico (es decir a 1,50 metros sobre el nivel del suelo), es de 0ºC. Esta forma de definir el fenómeno fue acordada por los meteorólogos y climatólogos, si bien muchas veces, la temperatura de la superficie del suelo puede llegar a ser 3 a 4ºC menor que la registrada en el abrigo meteorológico.

    Desde el punto de vista de la climatología agrícola, no se puede considerar helada a la ocurrencia de una determinada temperatura, ya que existen vegetales que sufren las consecuencias de las bajas temperaturas sin que ésta llegue a cero grados (por ejemplo: el café, el cacao y otros vegetales tropicales).

    Existen diferentes tipos de heladas. De acuerdo a su origen se clasifican en:

    Heladas de advección: se presentan en una región cuando ésta es "invadida" por una masa de aire frío cuya temperatura es inferior a 0ºC. Este tipo de heladas se caracteriza por la presencia de vientos con velocidades iguales o superiores a los 15 km/h y el gradiente de temperatura (variación de la temperatura con la altura) es negativo, sin inversión térmica. Las áreas afectadas son extensas y la nubosidad no influye sobre la temperatura, que experimenta variaciones con la marcha horaria. Las plantas se enfrían por contacto.

    Heladas de radiación: Se producen por el enfriamiento de las capas bajas de la atmósfera y de los cuerpos que en ellas se encuentran debido a la pérdida de calor terrestre por irradiación durante la noche. Se produce una estratificación del aire en donde las capas más bajas son más frías y las capas más altas son más cálidas (inversión térmica). Este tipo de heladas se produce en condiciones de viento calmo o escaso, ya que la ausencia de viento impide mezclar estas capas, y además, con cielo despejado que permite una mayor pérdida de calor desde la superficie terrestre. La pérdida de calor es mayor cuando las noches comienzan a ser más largas y el contenido de humedad del aire es menor. En los suelos cubiertos de vegetación y en el fondo de los valles es más probable que se den este tipo de heladas. En el caso de la cubierta vegetal, esta actúa como aislante entre el suelo y la atmósfera, evitando que el calor del suelo se trasmita con rapidez al aire. Además disminuye la acumulación de calor en el suelo al impedir el ingreso de la radiación solar. El relieve del suelo, por sus diversos accidentes, determina la dirección e intensidad del flujo de aire frío nocturno. Si el suelo tiene pendiente, el aire frío (más denso) buscará niveles más bajos, donde se estacionará y continuará enfriándose. Es por ello que el fondo de los valles es un lugar propicio para la formación de heladas.

    Heladas de evaporación: Debidas a la evaporación de agua líquida desde la superficie vegetal. Suele ocurrir cuando, debido a la disminución de la humedad relativa atmosférica, el rocío formado sobre las plantas se evapora. El paso de agua líquida a su estado gaseoso requiere calor. Ese calor lo aporta la planta con su consiguiente enfriamiento.

    Heladas mixtas: Se denominan de este modo a aquellas heladas que se producen simultáneamente por el vuelco de aire frío y la pérdida de calor del suelo por irradiación.

    De acuerdo a los efectos visuales que este fenómeno causa:

    Heladas blancas: se produce cuando la temperatura desciende por debajo de OºC y se forma hielo sobre la superficie de las plantas. Este tipo de heladas se produce con masas de aire húmedo. Además el viento calmo y los cielos despejados favorecen su formación.

    Heladas negras: En la helada negra el descenso por debajo de OºC no va acompañado de formación de hielo. Su designación responde a la visualización de la coloración que adquieren algunos órganos vegetales debido a la destrucción causada por el frío. Este tipo de heladas se produce cuando la masa de aire es seca. El cielo cubierto o semicubierto o la turbulencia en capas bajas de la atmósfera favorece la formación de este tipo de heladas.

    Las heladas son frecuentes en el invierno, pero ocurren también en otoño y primavera, conociéndose a las otoñales como heladas tempranas y a las primaverales como heladas tardías. En estas dos estaciones las plantas tienen una gran sensibilidad a los descensos bruscos de temperatura.

    HELADAS PRIMAVERALES: La flor, en cada uno de sus estados durante la floración, es muy sensible al frío. Dentro de ella, lo más sensible son el ovario con los óvulos y la base del estilo. Con temperaturas de -1°C o -2°C se pueden quemar esas zonas (se refiere a temperaturas en la flor, no en el aire). Si las cubiertas rodean a estas zonas, las protegen, por lo que, a medida que se va desarrollando la yema, adquiere menor resistencia al frío:

    El estado más sensible es el cuajado porque el fruto está desnudo y además sus paredes son delgadas y no protegen ni al embrión ni a la semilla.

    De entre las especies frutales, la viña, el olivo y el nogal son las más sensibles a las heladas primaverales (se defienden retrasando su borración y floración).

    Los brotes y yemas de madera son sensibles a las heladas primaverales (que queman esos brotes y hacen reaccionar a la planta, brotando yemas auxiliares por debajo de las que se quemaron, provocando problemas derivados del gasto adicional de energía).

    En principio, las especies de zona templada son más resistentes a las heladas primaverales que las de zonas templado-cálidas. Son importantes incluso los grados, ya que medio grado puede afectar a algunas especies y a otras no.

    Normalmente, las heladas primaverales no afectan ala madera vieja, sino a la floración y los brotes en crecimiento. A medida que el fruto va madurando, aumenta su resistencia al frío

    ¿Cómo afectan las bajas temperaturas a los vegetales?

    Como consecuencia de las temperaturas bajas, en la planta se suceden los siguientes pasos:

    Se produce un debilitamiento de la actividad funcional reduciéndose entre otras cosas las acciones enzimáticas, la intensidad respiratoria, la actividad fotosintética y la velocidad de absorción del agua

    Existe un desplazamiento de los equilibrios biológicos frenándose la respiración, fotosíntesis, transpiración, absorción de agua y circulación ascendente.

    Finalmente se produce la muerte celular y la destrucción de los tejidos

    Hay que tener en cuenta que la sensibilidad que un vegetal tiene al frío depende de su estado de desarrollo. Los estados fenológicos más vulnerables al frío son la floración y el cuajado de frutos.

    Muchos vegetales han creado resistencia natural al frío:

    Mediante concentración de los jugos celulares. De esta manera desciende el punto de congelación.

    Mediante el endurecimiento: cuando el descenso de las temperaturas se realiza progresivamente el vegetal va adaptándose a la nueva situación mediante cambios fisiológicos celulares.

    Métodos de defensa contra heladas

    Se distinguen dos tipos de métodos para controlar las heladas en la agricultura: los métodos pasivos y los métodos activos.

    Métodos pasivos:

    a) Evitar el cultivo de especies o variedades sensibles a las bajas temperaturas, en zonas en donde existen probabilidades muy altas de que ocurran heladas.

    b) Elegir variedades resistentes y de mayor altura, para evitar contacto de las flores con el aire frío cercano al suelo.

    c) Las especies sensibles, no deben implantarse en depresiones. Preferir, en estos casos, los faldeos más cálidos

    d) Cuando exista una barrera, por ejemplo una cortina cortaviento demasiado densa, el peligro de helada es mayor hacia el lado de arriba de la pendiente.

    f) Evitar la siembra de praderas, cereales, arbustos o viveros en la cercanía de un huerto frutal. Estos actúan como aislantes del flujo de calor del suelo, aumentando los riesgos de daño por heladas en cultivos bajos.

    g) Evitar el laboreo excesivo del suelo. De ser así se forma una capa de suelo suelta, que actúa como aislante del calor que fluye desde las capas más profundas del suelo hacia la superficie.

    h) Mantener en lo posible el suelo libre de malezas, sin moverlo y no dejar mucha paja u otro material sobre el suelo.

    Métodos activos: Son aquellos aplicados justo al comenzar la helada y durante ella. El principio de estos métodos es muy simple: la helada se debe al frío, por lo tanto debemos evitar el enfriamiento. Para evitar una helada es suficiente, en teoría, aportar a la superficie del suelo una energía igual a aquella perdida por dicha superficie, que es lo que provoca el enfriamiento. También existen métodos que actúan directamente sobre la temperatura de las plantas.

    Existen varias formas de provocar el calentamiento del aire:

    a) Inundación de terrenos, que aumenta la capacidad calórica del suelo y su conductividad térmica.

    b) Mezcla mecánica de aire, consiste en mezclar, con ayuda de grandes hélices, el aire frío cercano al suelo con el aire cálido de las capas atmosféricas más altas.

    c) Protección por interrupción de la radiación, consiste en evitar las pérdidas por radiación usando algún tipo de "techo" sobre la vegetación.

    d) Cortinas de humo, nubes o niebla. Considerando que el aire tiene mala conductividad térmica y que la transmisión de calor a través de él, a los objetos que rodea, es difícil, se ha ensayado transferir el calor directamente a las plantas.

    e) Calentamiento del aire que rodea a la planta, consiste en calentar el aire frío que rodea a la planta, ya que es éste el que provoca el enfriamiento de los vegetales. Uno de los métodos más utilizados es encender quemadores (tarros) de petróleo, 100 a 300 por hectárea. Otra alternativa son los agitadores de aire caliente o los quemadores a gas.

    f) Aspersión de agua: el uso de aspersión con agua para luchar contra las heladas, aprovecha la liberación de calor que se produce al congelarse el agua (80 cal/g). Al colocar una pequeña capa de agua sobre una hoja que se está enfriando, la energía liberada por el agua al

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